La edificación data del año 1630, se sabe que esta casa fue un Hospital Militar en la época de Independencia y luego fue designado como el Hospital San Juan de Dios, regentado por los Hermanos de San Juan de Dios. En 1630 vemos surgir en estos espacios la primera sede o refugio para los enfermos de lepra y luego en 1700, funge de albergue cuando se presenta la peste negra. En 1892 hicieron su entrada a la ciudad de Mérida las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y el pueblo les acompañó hasta la sede de este Hospital San Juan de Dios, llamado entonces Hospital de Caridad. Es entonces cuando es admitida la señorita Georgina Febres Cordero Troconis, quien comenzó a vivir las angustias que les imponían la pobreza del hospital, lleno de enfermos, ancianos, lisiados y mutilados por las sangrientas guerras de la época y donde faltaba hasta lo más necesario. Para 1899, Venezuela agonizaba en estado de guerra y las Hermanas se encontraban asediadas por las calamidades. El gobierno suspendió las asignaciones al Hospital y para el año de 1900 la Superiora General de las Hermanas de Santa Ana solicitó permiso para cerrar la Comunidad de Hermanas en Mérida. Fue entonces cuando la Madre Georgina Febres Cordero Troconis funda la Congregación de las hermanas de la Caridad de Santa Rosa de Lima hoy Hermanas Dominicas de Santa Rosa de Lima, y la Madre Julia Picón Febres la acompañó, con autorización de Monseñor Antonio Ramón Silva, tomando la Dirección del Hospital San Juan de Dios el 05 de julio de 1900 y al frente del cual continúa la Congregación hasta hoy.

En el año de 1982, Sor Inés Vera, es el alma y motor de este sueño anhelando: el Ancianato, que logró gracias a su tesón y esfuerzo; para así en unión de sus Hermanas Dominicas puedan aliviar el dolor de sus semejantes, le ha puesto siempre en el camino de los pobres, de los desamparados, de los indigente. Su felicidad está compensada, pues el Concejo Municipal del Distrito Junín entrego las instalaciones del antiguo Hospital para cumplir esa noble tarea en defensa y solidaridad en beneficio de estos adultos mayores, cuyo propósito general es brindarles una mejor calidad de vida durante sus últimos años a aquellas personas ancianas abandonadas por sus familia o carentes de medios económicos.

El 18 de octubre de 1989, llegan a Girón, Sor Bienvenida Orozco Superiora General, con la Secretaria General Sor María Coromoto Cardona, quedándose en la fundación: Sor María Rivas, Sor Luz Marina Santa Patiño y Sor Rosalba Santa Patiño. Ellas le ofrecieron a San José la fundación, como muestras de fidelidad al espíritu de la fundadora que se ha ido proyectando a través del contacto y acercamiento a todos los grupos de pastoral y hoy en día de una manera más directa con nuestros adultos mayores cumpliendo ya veinticinco años por lo que sabemos que esta es una obra querida por Dios en tierra colombiana. Unos años más tarde en 1998 el Párroco sugirió que nos hiciéramos cargo del Centro de Bienestar del Adulto Mayor el Señor de los Milagros, El 20 de febrero cumplimos 20 años llevando esta obra tan querida por Dios. Atendemos con mucho amor 100 adultos mayores: 35 en la modalidad de Centro Vida, es decir, no duermen en el Asilo, 18 mini pensionados y 47 internos, la mayoría de caridad, abandonados por sus familias. No solo se atiende a los que son nuestro compromiso inmediato, la misión va más allá, se atienden los que tocan las puertas de nuestra institución, asumimos este compromiso desde nuestro ser de consagradas con un corazón misericordioso, brindándoles calidad de vida con una atención integral.

Comienza su historia congregacional un 19 de Marzo de 1950, cuando autorizada por el Excmo. Monseñor Acacio Chacón, Arzobispo de Mérida, la Madre Margarita Dávila recibe las llaves, de la que desde esa fecha se llamaría CASA HOGAR DELIA DÁVILA GABALDÓN, como homenaje a la Srta. que la donó a la Congregación. Desempolvando Crónicas encontramos que, desde noviembre de 1967 hasta septiembre de 1972, funcionó en la Casa Hogar, la Casa Madre, el Postulantado y Noviciado de la Congregación, por lo que en 1968, se comienza a construir los Apartamentos para las pensionistas. Señoritas y señoras han tenido en esta Casa un lugar para vivir y encontrar a Dios, porque la finalidad principal de la Casa es la evangelización a través de la atención del adulto mayor y jóvenes estudiantes. También es sede de algunos grupos de apostolado. La acción evangelizadora se concreta en el servicio espiritual prestado a residentes y visitantes por medio de la Eucaristía diaria, novenarios y sacramentos. Actualmente, vivimos en la Casa Hogar y Betania, Religiosas y Residentes; funciona el Postulantado (inicio de la formación para la Vida Consagrada). Todos los días podemos palpar la providencia amorosa de nuestro Buen Dios, que cuida de nosotras con solicitud, El bendiga sin cesar esta obra y a todos nuestros bienhechores, para poder ALABAR, BENDECIR Y PREDICAR siempre.

Esta Casa desde su fundación en 1917 fue sede del Ancianato, que hoy día funciona en Mesa de Gallardo. El 22 de marzo de 1962 el Ejecutivo del Estado donó la Casa a la Congregación, siendo Gobernador del Estado el Dr. Augusto Márquez Cañizales. Las Hnas. Pasaron a la Mesa de Gallardo el 15 de junio de 1966, quedando en la Casa Corazón de María Sor Dominga Mendoza quien continuó trabajando incansablemente por la obra y el 6-8-1967 se colocó la1º piedra para la Construcción. La nombrada Sor Dominga siguió al frente de la Obra hasta su muerte acaecida el 21 de julio de 1972. Los años han pasado y la Casa se ha ido arreglado, hoy cuenta con 21 personas residentes en sus hermosas instalaciones. Además es un espacio que brinda cogida a la gente del lugar pues es propicio para la oración, la convivencia, y la catequesis