CARISMA
La historia Merideña es testigo de la firme decisión de una mujer consagrada al Señor que, movida por el amor a Dios y a los hermanos asumió valientemente la dirección del Hospital San Juan de Dios de Mérida; decisión
heroica, dadas las circunstancias difíciles que marcaron la Venezuela comienzos del siglo XX. La fundación de la Congregación de Hermanas Dominicas de Santa
Rosa de Lima surge a raíz de este acontecimiento y se consolida el 5 de julio de 1900 para el servicio de la Evangelización a los pobres, siendo su genuina
fundadora la Madre Georgina Febres Cordero Troconis acompañada por la Madre Julia Picón Febres.
La vocación contemplativa y misericordiosa de la Madre Georgina se une a la fuerza de la Predicación de Santo Domingo de Guzmán “Contemplari et Contemplata aliss tradere”. Así la Madre Luisa Lares, haciendo realidad este sueño, inspirada por el Señor y bajo el amparo de Santa Rosa de Lima, dominica peruana, logra la incorporación de la Congregación a la Orden de Predicadores en el año 1924, lo que permite enriquecer el carisma fundacional con el carisma Dominicano con sus elementos esenciales: la oración, la comunidad, el estudio y la predicación.
Nuestro CARISMA Congregacional es:
“El servicio de Evangelizar a los pobres, realizado con alegría, sencillez, valentía, fraternidad y misericordia, fundamentado en la vida fraterna y en la contemplación que nos lleva a descubrir la Verdad de Dios y de la persona humana, mediante el estudio, la meditación y la oración, siguiendo el estilo de Jesús, definido en las Bienaventuranzas.”
El Carisma es la gracia que el Espíritu Santo le concedió a la Iglesia y a la Congregación a través de la Sierva de Dios Madre Georgina Febres Cordero Troconis, enriquecido posteriormente por el Carisma Dominicano para:
“LA PREDICACIÓN EXPRESADA EN MISERICORDIA”